El animal que más me gusta

Es el elefante. Hay tres tipos, pero mi favorito es el asiático. Los otros dos son: el africano de sabana y el africano de bosque.

Asiático:


Africano:



Me gusta desde que era chiquita. Cuando iba al zoológico podía mirarlos un rato largo, mientras mi mamá quería ver las jirafas, mi papá los leones, y mi hermana los monos. Nadie entendía porqué me gustaban tanto. Igual me sentía mal por ellos, tan grandes y en un lugar tan chico... me partía el corazón.
Son animales increíbles. La trompa, que en realidad se llama probóscide, es muy fuerte y la usan como mano, y también como ducha. Sus colmillos en realidad no son los dientes caninos, sino los incisivos demasiado largos. Como sabrán, son una gran fuente de marfil, pero debido a la creciente rareza de los elefantes, casi toda la cacería y tráfico son ahora ilegales... menos mal. Las orejas son enormes también, y su principal función es la termorregulación del animal. Al estar muy vascularizadas permiten un correcto enfriamiento de la sangre, que por ser tan grandes sería difícil conseguirlo de otra forma.
Se alimentan casi exclusivamente de hierbas, cortezas de árboles y algunos arbustos, y pueden comer hasta 200 kilos por día. Son los mamíferos terrestres más grandes en la actualidad: Un macho adulto africano puede llegar a pesar 7.500 kg. Y viven aproximadamente hasta los 60 años. Es el mamífero que tarda más en nacer. Está 22 meses en el vietre materno, y el recién nacido pesa 115 kg.
Se comunica a través de diferentes sonidos (enviados por aire), pero también por sus patas, que envían el mensaje por tierra.
Se dice que los elefantes tienen buena memoria, lo cual parece ser cierto, de acuerdo con estudios realizados. Son capaces de reconocer la llamada de más de cien elefantes diferentes. Resulta que estos sonidos, similares a un gruñido agudo, pueden servir para identificar a los demás y formar parte de una red social relativamente compleja.
También tienen la capacidad de reconocer los cadáveres de su misma especie, prestando especial atención a los miembros de su manada, que al parecer distinguen por su olor. Cuando se encuentran con estos restos parecen rendirles un homenaje, tocándolos con sus trompas y pezuñas. Sin embargo, ante huesos de otras especies son completamente indiferentes.
Con respecto al miedo a los ratones, es que no pueden ver bien nada pequeño que esté delante de ellos (por la ubicación de sus ojos), y no les gusta que las sorpresas ni los movimietos bruscos, por eso al ver un ratón se poner nerviosos y alterados.
Y eso de los "cmeenterios de elefantes" es un mito. Se encontraron muchos restos juntos porque, instintivamente, buscan morir cerca del agua.


Elefante asiático (Elephas maximus): Hace unos 10 mil años el Elefante Asiático habitaba desde el Medio Oriente hasta el sur de China, Indochina y algunas de las islas de Indonesia. Hoy en día su distribución se limita a ciertos lugares en la India, Indochina y las islas de Indonesia. Se lo considera amenazado.




Elefante africano (Loxodonta africana): Es natural de África. Excepto por los desiertos más áridos, su distribución una vez comprendía todo el continente africano y parte del sur de Asia. Hoy en día sólo se le encuentra en ciertos lugares al sur del desierto de Sahara en números seriamente reducidos. También se lo considera amenazado.


El Elefante Asiático se puede distinguir del Elefante Africano en el arco de la espalda. En el asiático tiene la forma de arco con el punto más alto en el centro de la espalda, en el africano el punto más alto es en los hombros o en la parte posterior de la espalda. En el asiático las orejas no son tan grandes como en su pariente, y en el centro de la parte superior de la cabeza, sobre la frente, tiene una hendidura mientras que en el de África es redondeada. Existen otras diferencias como en el promedio del tamaño y peso, número de pezuñas, número de costillas y otras más, pero esto es lo que se nota a simple vista.

Elefantes famosos de la tele: Dumbo y Babar. Los dos son unos amores!!

Si pudiera me compraría uno... son preciosos!