Publicidades de detergentes

Las publicidades de detergentes son, de todas las publicidades, las más ridículas. Y miren que dentro del rango de las propagandas de productos de limpieza hay unas cuantas bastante malas. Pero no sé qué tendrán los detergentes, que se quedan con el primer premio.

Cada vez que me encuentro lavando los platos en la cocina de mi casa y veo la esponjita llena de espuma, me acuerdo de una publicidad en especial. Supongo que ya la habrán visto, es esa que muestra a dos mujeres hablando por teléfono mientras lavan platos y compiten entre ellas (¡Ah! ¿Así que te vas de vacaciones? Nosotros no porque nos compramos el cero.) y se envidian mutuamente, apretando la esponjita con cada comentario que le hace la otra.

Esta es, de todas, la que más odio. Díganme, las mujeres que lean este blog, ¿Creen que es así realmente? ¿Que las mujeres viven para lavar platos y envidiar a la vecina? Por favor... yo no conozco a todas las mujeres de Argentina, pero sí a muchas, y creo que esa propaganda nos tira bastante abajo.

Es más, en el diálogo entre las dos una le dice a la otra: ¿Cómo que no me va a entrar? ¡Si bajé seis kilos!. Entonces, digo, ¿Qué se entiende? Que las mujeres viven para lavar platos, competir con la vecina, envidiarla, y bajar de peso. ¿Ven por qué odio esta propaganda?

Después está la de Magistral, que esa no tira tan abajo a las mujeres pero es ridícula igual: Todo es gigante para que rinda ocho semanas, igual que la botellita de detergente. Pero hay cosas que sin ser gigantes rinden más de ocho semanas igual. Ejemplo: Las lapiceras. Están muy mal hechas las proporciones.



Y por supuesto, también están las otras publicidades que no son de detergentes, pero son malísimas también. Las de otros productos de limpieza. Empezando con las de Mister Músculo, pasando por las de Vanish y terminando con esa que aparece Axel cantando una versión de "Tu amor por siempre" con la letra cambiada.
¿Quién es el publicista?