Mudarse

Hay quienes no se mudaron nunca... y hay quienes, como yo, se mudaron más veces de las que pueden contar con los dedos. Sin embargo, una mudanza simepre es un trastorno, aunque la mayoría de las veces es para estar mejor. Uno se muda para irse a vivir solo, para tener una casa más grande, para acercarse más al centro (o alejarse, también), o porque la casa anterior se caía a pedazos. Cualquiera sea el motivo, es un lio. Es realmente agotador.



Ayer estuve ayudando en una y por eso me siento hoy a escribir. Todo el día subiendo y bajando cajas y bolsas (hoy tocan los muebles). Encima después había que desarmar los placares y escritorios que estaban en el piso de arriba. Yo volví a casa como a las 12 de la noche. Ellos no sé a qué hora se habrán acostado. Y hoy se levantaron a las 7 y media de la mañana. Como ven, todo el fin de semana estuvo destinado a trasladar cosas. Y acomodarlas también, en la nueva casa.



Menos mal que todo es para mejor. Es un gran esfuerzo... y eso sin contar la parte económica. Yo sólo les estoy hablando de la mudanza, nada más.
Hacer que una simple casa se convierta en un hogar no es tarea fácil. Todo lo que hay que limpiar, arreglar y acomodar... menos mal que ayudamos todos. Si no era imposible.